martes, 21 de marzo de 2017

Por las bibliotecas ma-to con miel



Una tarde de verano
en una biblioteca de ciudad
encuentro una carretera hacia el infinito
con destino
a un lugar llamado esperanza.

Nunca pensé que el fresco de una biblioteca
sería el mejor refugio
para mi libertad.

Y a juzgar por el placer
de mi piel y la claridad de mi pecho
este momento pareciera
eterno.

Al fresquito del amor
en la literatura.

De ahí este pensapoamiento.
De puro agradecimiento.

Por las bibliotecas ma-to
con miel y verso.




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